lunes, 10 de noviembre de 2008

UN LUGAR

Perdí la cuenta de los días que llevo acá.
Lo único bueno que tiene este lugar, son mis compañeras de celda, que, aunque ustedes no me crean, me ayudaron bastante.
Extraño muchísimo a mi marido y a mi hijo quien, por cierto, mañana cumple 4 años.
De lo único que tengo miedo es que no me perdonen ya que no les puede explicar porqué me encerraron.
Cuando llegué sólo pude hacer una llamada muy corta en la que les dije: “perdón”.
En ese momento ninguno de los dos trabajaba, y la desesperación me hizo hacer lo que nunca pensé que iba a llegar a hacer: robar.
Escucho que me llaman. Tengo que irme.
Ojalá que me digan que hoy, es el último día en este lugar horrible, oscuro y frió.

Florencia Vietta
3ro 4ta